Sus graffitis no se limitan a ocupar un muro cualquiera de la ciudad, sino que hacen emerger del olvido un rincón olvidado, un edificio al borde del derrumbe, un barrio demacrado. Si visitan Granada, no olviden ver la Alhambra y tapear en las Bodegas La Mancha, pero tampoco dejen de callejear: sin necesidad de planos es posible que al volver la esquina en la oscuridad se encuentren con los trazos dejados por el niño de las pinturas.
Una entrevista y galerías de sus graffitis podéis encontrarlos en el interesante reportaje que nos ofrece Cecilia Bogaard en Tertulia Andaluza.
1 comentario:
Gracias! Me alegro que te haya gustado el artículo. La verdad es que nos han encantado las pinturas del Niño de las Pinturas.
Hemos publicado una reseña de este blog bonobeando: http://www.tertuliaandaluza.com/sociedad/internet/resena-bonobeando/
Un abrazo, Cecilia
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